lunes, 16 de diciembre de 2013

Soluciones de la Actividad "El Pastorcillo Mentiroso"

Pregunta nº1... Respuesta b)

Pregunta nº2... Respuesta b)

Pregunta nº3... Respuesta c)

Pregunta nº4... Respuesta a)

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Actividades "El Pastorcillo Mentiroso"

1. ¿Qué tipo de animales cuidaba el pastorcillo?

            a) Vacas
            b) Ovejas
            c) Gallinas

2. ¿Qué animal decía el pastorcillo que venía a comerse sus animales?

            a) Una oveja
            b) Un lobo
            c) Una serpiente

3. ¿A Quién le pedía ayuda en pastorcillo?

            a) Al lobo
            b) A su madre
            c) A los aldeanos

4. ¿Qué le pasó al pastorcillo por mentir tanto?

            a) El lobo se comió sus ovejas
            b) Se tropezó con una piedra
            c) No le pasó nada

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El Pastorcillo Mentiroso

Érase una vez un pequeño pastor que se pasaba la mayor parte de su tiempo cuidando sus ovejas y, como muchas veces se aburría mientras las veía pastar, pensaba cosas que hacer para divertirse.

Un día, decidió que sería buena idea divertirse a costa de la gente del pueblo que había por allí cerca. Se acercó y empezó a gritar:

- ¡Socorro! ¡El lobo! ¡Que viene el lobo!

La gente del pueblo cogió lo que tenía a mano y corriendo fueron a auxiliar al pobre pastorcito que pedía auxilio, pero cuando llegaron, descubrieron que todo había sido una broma pesada del pastor. Y se enfadaron.

Cuando se habían ido, al pastor le hizo tanta gracia la broma que pensó en repetirla. Y cuando vio a la gente suficientemente lejos, volvió a gritar:


- ¡Socorro! ¡El lobo! ¡Que viene el lobo!

La gente del pueblo, al volverlo a oír, empezó a correr otra vez pensando que esta vez sí que se había presentado el lobo, y realmente les estaba pidiendo ayuda.

Pero al llegar donde estaba el pastor, se lo encontraron por los suelos, riendo de ver como los aldeanos habían vuelto a auxiliarlo.


Esta vez los aldeanos se enfadaron aún más, y se marcharon terriblemente enojados.


A la mañana siguiente, el pastor volvió a pastar con sus ovejas en el mismo campo. Aún reía cuando recordaba correr a los aldeanos. Pero no contó que, ese mismo día, si vio acercarse el lobo. 

El miedo le invadió el cuerpo y, al ver que se acercaba cada vez más, empezó a gritar:


- ¡Socorro! ¡El lobo! ¡Que viene el lobo! ¡Se va a comer todas mis ovejas! ¡Auxilio!

Pero esta vez los aldeanos, habiendo aprendido la lección el día anterior, hicieron oídos sordos.

El pastorcillo vio como el lobo se abalanzaba sobre sus ovejas, y chilló cada vez más desesperado:


- ¡Socorro! ¡El lobo! ¡El lobo! - pero los aldeanos continuaron sin hacer caso.

Es así, como el pastorcillo vio como el lobo se comía unas cuantas ovejas y se llevaba otras para la cena, sin poder hacer nada. Y se arrepintió en lo más profundo de la broma que hizo el día anterior.