miércoles, 20 de noviembre de 2013

La Tortuga y la Liebre

Había una vez una liebre muy orgullosa de ser la más veloz de sus animales vecinos.

La liebre siempre se reía de la tortuga porque era el animal más lento, hasta que un día la tortuga se cansó de las burlas de la liebre y le dijo…

-         Estoy cansada de tus bromas, te reto a una carrera.

La liebre, sorprendida por la propuesta de la tortuga, aceptó el reto.

Al día siguiente, todos los animales se reunieron para ver el gran evento y entre aplausos, comenzó la carrera.

La liebre salió corriendo con todas sus ganas y enseguida le ganó ventaja a la tortuga, que iba pasito a pasito pero sin parar.

La liebre, al ver que la tortuga tardaba en alcanzarle, empezó a remolonear y se paró bajo un árbol a esperar a que llegara.

Cuando la tortuga llegó al árbol la liebre aprovechó para reírse de ella y salir corriendo de nuevo hasta otro árbol, en el que decidió volver a parar a descansar.

La liebre despreocupada de poder perder la carrera se quedó dormida y la tortuga, con su paso lento, lo alcanzó y cuando la liebre se despertó, la tortuga ya había ganado la carrera.

Aquel día fue muy triste para la liebre y comprendió que está mal burlarse de la gente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario