"Las Estrellas"
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miércoles, 27 de noviembre de 2013
20
Adivina Adivinanza...
Aunque no lo parezca, la noche es mi pasión;
corro, juego y bailo y por el día duermo como un lirón.
¿Qué es...?
Aunque no lo parezca, la noche es mi pasión;
corro, juego y bailo y por el día duermo como un lirón.
¿Qué es...?
19
Adivina Adivinanza...
Mi padre la montaña, mi madre la nieve,
tengo lecho pero no almohada
y corro más que la liebre.
¿Qué es...?
Mi padre la montaña, mi madre la nieve,
tengo lecho pero no almohada
y corro más que la liebre.
¿Qué es...?
18
Adivina Adivinanza...
Es un animal rumiante, de cuello alargado,
por el desierto siempre caminante y siempre jorobado
¿Qué es...?
Es un animal rumiante, de cuello alargado,
por el desierto siempre caminante y siempre jorobado
¿Qué es...?
15
Adivina Adivinanza...
Lleno estoy de cartas, pero no se leer,
y aunque me las trago, no arrugo el papel.
¿Qué es...?
Lleno estoy de cartas, pero no se leer,
y aunque me las trago, no arrugo el papel.
¿Qué es...?
14
Adivina Adivinanza...
Soy redondo como el sol, igual de blanco que la espuma,
estoy hecho de leche pura, y ya no te digo más.
¿Qué es...?
Soy redondo como el sol, igual de blanco que la espuma,
estoy hecho de leche pura, y ya no te digo más.
¿Qué es...?
13
Adivina Adivinanza...
Tiene cuatro ruedas, duerme en el garaje
y lleva a la familia y su equipaje.
¿Qué es...?
Tiene cuatro ruedas, duerme en el garaje
y lleva a la familia y su equipaje.
¿Qué es...?
12
Adivina Adivinanza...
En cajitas venimos, con sombreros colorados;
si nos rascas con fuerza, rápido nos quemamos.
¿Qué es...?
En cajitas venimos, con sombreros colorados;
si nos rascas con fuerza, rápido nos quemamos.
¿Qué es...?
11
Adivina Adivinanza...
Amarillo por dentro, blanco por fuera
me puedes ver en tortilla y también en salmuera
¿Qué es...?
Amarillo por dentro, blanco por fuera
me puedes ver en tortilla y también en salmuera
¿Qué es...?
10
Adivina Adivinanza...
Aunque mi traje lleva rayas, en la cárcel no he estado,
me divierto por la sabana, y soy prima del caballo.
¿Qué es...?
Aunque mi traje lleva rayas, en la cárcel no he estado,
me divierto por la sabana, y soy prima del caballo.
¿Qué es...?
9
Adivina Adivinanza...
Soy roedor de profesión, el queso es mi plato preferido
y no se porque, el gato es mi enemigo.
¿Qué es...?
Soy roedor de profesión, el queso es mi plato preferido
y no se porque, el gato es mi enemigo.
¿Qué es...?
7
Adivina Adivinanza...
Tiene un porte noble y su cola, bella y larga
este es un fiel animal corre por el monte
con zapatos de metal
¿Qué es...?
Tiene un porte noble y su cola, bella y larga
este es un fiel animal corre por el monte
con zapatos de metal
¿Qué es...?
6
Adivina Adivinanza...
Aunque no lo parezco, soy un pez,
y mi silueta es similar a un ficha de ajedrez
¿Qué es...?
Aunque no lo parezco, soy un pez,
y mi silueta es similar a un ficha de ajedrez
¿Qué es...?
5
Adivina Adivinanza...
Una señorita, muy señoreada,
siempre va cubierta y siempre va mojada
¿Qué es...?
Una señorita, muy señoreada,
siempre va cubierta y siempre va mojada
¿Qué es...?
3
Adivina Adivinanza...
En la tierra nací y crecí entre verdes hojas,
si me haces daño, llorarás tu. ¡No te engaño!
¿Qué es...?
En la tierra nací y crecí entre verdes hojas,
si me haces daño, llorarás tu. ¡No te engaño!
¿Qué es...?
2
Adivina Adivinanza...
Tengo ruedas y pedales, cadena y manillar;
te ahorraré la gasolina aunque tengas que sudar.
¿Qué es...?
Tengo ruedas y pedales, cadena y manillar;
te ahorraré la gasolina aunque tengas que sudar.
¿Qué es...?
1
Adivina Adivinanza...
Cuanto más lo miras, menos lo verás
y si más lo miras, dolor de ojos te dará...
¿Qué es...?
Cuanto más lo miras, menos lo verás
y si más lo miras, dolor de ojos te dará...
¿Qué es...?
jueves, 21 de noviembre de 2013
Soluciones de la Actividad "El Avaro que Perdió su Tesoro"
Pregunta nº1..... Respuesta a)
Pregunta nº2..... Respuesta c)
Pregunta nº3..... Respuesta a)
Pregunta nº4..... Respuesta a)
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Pregunta nº2..... Respuesta c)
Pregunta nº3..... Respuesta a)
Pregunta nº4..... Respuesta a)
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Actividades "El Avaro que Perdió su Tesoro"
Preguntas:
1. ¿Cuál era la mayor ambición del avaro?
a) Reunir monedas
b) Recolectar frutos del bosque
c) Coleccionar cofres
2. ¿Donde escondió el tesoro el avaro?
a) En un pozo
b) En su bolso
c) Bajo tierra
3. ¿Quién robo el tesoro?
a) Un campesino avispado
b) Una aldeana
c) Un niño que pasaba por allí
4. ¿Qué quiere decir que una persona es avaro?
a) Persona que guarda el dinero y no lo gasta nunca
b) Persona que guarda el dinero y si lo gasta
c) Persona que no guarda el dinero y si no gasta
Para ver las soluciones Pincha aquí
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1. ¿Cuál era la mayor ambición del avaro?
a) Reunir monedas
b) Recolectar frutos del bosque
c) Coleccionar cofres
2. ¿Donde escondió el tesoro el avaro?
a) En un pozo
b) En su bolso
c) Bajo tierra
3. ¿Quién robo el tesoro?
a) Un campesino avispado
b) Una aldeana
c) Un niño que pasaba por allí
4. ¿Qué quiere decir que una persona es avaro?
a) Persona que guarda el dinero y no lo gasta nunca
b) Persona que guarda el dinero y si lo gasta
c) Persona que no guarda el dinero y si no gasta
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El Avaro que Perdió su Tesoro
Había una vez un hombre muy avaro que recogía el
dinero y lo guardaba inmediatamente, sin gastarlo para nada.
Ni comía bien, ni vestía decentemente. Su mayor ambición era tener mucho dinero para guardarlo.
En cuanto tuvo una buena cantidad, pensó en esconderlo bajo tierra para que nadie se lo pudiera robar.
Al fin se dirigió a un bosque y lo enterró bajo un árbol, alejándose luego de allí, contento de pensar que nadie sabía dónde se hallaba su tesoro y, por tanto, no se lo podrían arrebatar.
Pero en contra de lo que creía, el hombre no vivía tranquilo.
No comía ni dormía pensando siempre si el dinero estaba bastante seguro enterrado en aquel lugar.
Cada día iba al bosque y allí se aseguraba de que el tesoro seguía en su sitio.
Tantas veces fue y volvió del bosque que un campesino que vivía por los alrededores se sintió picado por la curiosidad.
Observó con atención lo que hacía el avaro y, cuando éste se fue, salió de su escondite y con una pala cavó una fosa encontrando allí una gran cantidad de dinero. Sin decir nada, lo cogió y se llevó no volviendo nadie a saber más de él.
A la mañana siguiente, el avaro volvió al bosque y se dio cuenta de que alguien le había robado.
El pobre hombre comenzó a llorar y a desesperarse quejándose de su desgracia. Tanto tanto lloraba que llamó la atención de un hombre que pasaba por allí.
¿Qué ocurre buen hombre?... le preguntó el caminante.
¡Me han robado mi dinero!, ¡Todo lo que poseía!
¿Quién os ha robado?
¡No lo sé, para mi desgracia!
¿Dónde estaba el dinero?
Enterrado aquí mismo. Ves la zanja que han abierto para llevárselo.
¿Y cómo es que lo teníais enterrado? más cómodo era tenerlo en casa y así lo teníais más a mano para usarlo.
Yo no lo usaba. ¡Jamás lo tocaba!
Entonces poned una piedra en su lugar! Si no lo usabais ¿por qué os afligís? Una piedra será para vos tan valiosa como el dinero.
Y el caminante se alejó tranquilamente.
Ni comía bien, ni vestía decentemente. Su mayor ambición era tener mucho dinero para guardarlo.
En cuanto tuvo una buena cantidad, pensó en esconderlo bajo tierra para que nadie se lo pudiera robar.
Al fin se dirigió a un bosque y lo enterró bajo un árbol, alejándose luego de allí, contento de pensar que nadie sabía dónde se hallaba su tesoro y, por tanto, no se lo podrían arrebatar.
Pero en contra de lo que creía, el hombre no vivía tranquilo.
No comía ni dormía pensando siempre si el dinero estaba bastante seguro enterrado en aquel lugar.
Cada día iba al bosque y allí se aseguraba de que el tesoro seguía en su sitio.
Tantas veces fue y volvió del bosque que un campesino que vivía por los alrededores se sintió picado por la curiosidad.
Observó con atención lo que hacía el avaro y, cuando éste se fue, salió de su escondite y con una pala cavó una fosa encontrando allí una gran cantidad de dinero. Sin decir nada, lo cogió y se llevó no volviendo nadie a saber más de él.
A la mañana siguiente, el avaro volvió al bosque y se dio cuenta de que alguien le había robado.
El pobre hombre comenzó a llorar y a desesperarse quejándose de su desgracia. Tanto tanto lloraba que llamó la atención de un hombre que pasaba por allí.
¿Qué ocurre buen hombre?... le preguntó el caminante.
¡Me han robado mi dinero!, ¡Todo lo que poseía!
¿Quién os ha robado?
¡No lo sé, para mi desgracia!
¿Dónde estaba el dinero?
Enterrado aquí mismo. Ves la zanja que han abierto para llevárselo.
¿Y cómo es que lo teníais enterrado? más cómodo era tenerlo en casa y así lo teníais más a mano para usarlo.
Yo no lo usaba. ¡Jamás lo tocaba!
Entonces poned una piedra en su lugar! Si no lo usabais ¿por qué os afligís? Una piedra será para vos tan valiosa como el dinero.
Y el caminante se alejó tranquilamente.
Soluciones de la Actividad "El Emir Caprichoso"
Pregunta nº1..... Respuesta c)
Pregunta nº2..... Respuesta b)
Pregunta nº3..... Respuesta c)
Pregunta nº4..... Respuesta a)
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Pregunta nº2..... Respuesta b)
Pregunta nº3..... Respuesta c)
Pregunta nº4..... Respuesta a)
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Actividades "El Emir Caprichoso"
Preguntas:
1. ¿Qué le dijo el emir a Ahmed?
a) Que le retirara la comida
b) Que le cocinara pescado
c) Que le hiciese un manjar que no hubiera probado nunca
2. ¿Qué le daría el emir a Ahmed si este conseguía sorprenderlo?
a) Un aumento de sueldo
b) La mano de su bella hija
c) Un coche
3. ¿Qué opinó el emir del nuevo plato de Ahmed?
a) Opinó que era igual que los demás platos
b) Dijo que tenía mal sabor
c) Dijo que era un manjar exquisito
4. ¿Cuál era el ingrediente secreto de Ahmed?
a) El viejo loro que conservaba en su jaula de plata
b) Un pescado exótico
c) Pollo asado
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1. ¿Qué le dijo el emir a Ahmed?
a) Que le retirara la comida
b) Que le cocinara pescado
c) Que le hiciese un manjar que no hubiera probado nunca
2. ¿Qué le daría el emir a Ahmed si este conseguía sorprenderlo?
a) Un aumento de sueldo
b) La mano de su bella hija
c) Un coche
3. ¿Qué opinó el emir del nuevo plato de Ahmed?
a) Opinó que era igual que los demás platos
b) Dijo que tenía mal sabor
c) Dijo que era un manjar exquisito
4. ¿Cuál era el ingrediente secreto de Ahmed?
a) El viejo loro que conservaba en su jaula de plata
b) Un pescado exótico
c) Pollo asado
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El Emir Caprichoso
Hubo una vez en un lugar de la Arabia un
emir sumamente rico y muy caprichoso.
Los mejores cocineros de la región trabajaban para él, forzando cada día su imaginación para satisfacer sus exigencias.
Harto ya de tiernos faisanes y pescados raros, un día llamó a su cocinero jefe y le dijo...
¡Ahmed!... Si quieres seguir a mi servicio tendrás que buscarme un manjar que no haya probado nunca, porque mi apetito va decayendo.
Mi señor y si logro sorprenderle, ¿qué me daréis a cambio?...respondió el pobre cocinero.
La mano de mi bellísima hija... dijo el emir.
Al día siguiente, el propio Ahmed sirvió al Emir en una bandeja de oro, el nuevo manjar.
Parecían muslos de ave adornados con una artística guarnición.
Comió el Emir y gritó entusiasmado...
-¡Bravo, Ahmed! Esto es lo más exquisito que he comido nunca. ¿Puedes decirme qué es?
El loro viejo que conservabais en su jaula de plata, dijo el cocinero.
Tunante! Me has engañado, le respondió el emir.
¡No te casarás con mi hija!
El Gran Visir intervino en la charla. Y puesto que el Emir había proclamado que el manjar era exquisito, sentenció a favor del cocinero, que fue dichosamente feliz con su hermosa princesa.
Los mejores cocineros de la región trabajaban para él, forzando cada día su imaginación para satisfacer sus exigencias.
Harto ya de tiernos faisanes y pescados raros, un día llamó a su cocinero jefe y le dijo...
¡Ahmed!... Si quieres seguir a mi servicio tendrás que buscarme un manjar que no haya probado nunca, porque mi apetito va decayendo.
Mi señor y si logro sorprenderle, ¿qué me daréis a cambio?...respondió el pobre cocinero.
La mano de mi bellísima hija... dijo el emir.
Al día siguiente, el propio Ahmed sirvió al Emir en una bandeja de oro, el nuevo manjar.
Parecían muslos de ave adornados con una artística guarnición.
Comió el Emir y gritó entusiasmado...
-¡Bravo, Ahmed! Esto es lo más exquisito que he comido nunca. ¿Puedes decirme qué es?
El loro viejo que conservabais en su jaula de plata, dijo el cocinero.
Tunante! Me has engañado, le respondió el emir.
¡No te casarás con mi hija!
El Gran Visir intervino en la charla. Y puesto que el Emir había proclamado que el manjar era exquisito, sentenció a favor del cocinero, que fue dichosamente feliz con su hermosa princesa.
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